Tuesday, February 14, 2006

Papapa y el fútbol ....

Marité preguntó ayer como es que mi abuelo, siendo tan bajo, había entrado a la Escuela de Oficiales, que se sabe exigen una altura mínima superior al metro 68 que medía Papapa.

Bueno, la historia es más o menos así (y se aceptan correcciones para irla arreglando): Juan Bossio, que quería entrar a la Escuela de Oficiales y medía menos del mínimo requerido, era un gran jugador de fútbol. La Escuela de Oficiales del Ejército venía perdiendo en los partidos de fútbol contra la Naval y aceptaron a Papapa por sus dotes como futbolista.

Mi Papá, Fernando, me dijo que los postulantes a la Escuela le dieron una pateadura (6 ó 7 a 0) al equipo oficial de la escuela y que los goles los hicieron Papapa y Rodolfo Belaunde, quien luego fue padrino de Mariella y llegó a ser General también. Luego de ese partido el entrenador exigió que aceptaran a Papapa y se olvidaran de “esa cojudez del centímetro”.

Ahora, nunca escuché cuentos sobre partidos con la Naval. Lo que si recuerdo es haber visto una foto de Papapa en uniforme de fútbol que sería bueno poner digitalizar para ponerla aquí, en esa foto Papapa vestía las sedas –como dicen los narradores de fútbol- del Atlético Chalaco.

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Bienvenidos los comentarios para seguir nutriendo esta historia.

Monday, February 13, 2006

Yo no era tu nieta


Yo no era tu nieta, pero te quise en los aproximadamente 15 años que te conocí, como si lo fuera... a uno de mis abuelos no lo conocí y al otro no lo recuerdo, y cuando tuve mi primer encuentro contigo (al cual me moría de miedo porque me habían dicho que ustedes, tú y mamama, eran un poco exigentes) quedé encantada con ambos... eran los abuelitos perfectos, aquellos de blanco cabello y mirada tierna. Pero no fue su aspecto físico lo que más me atrajo de ustedes, eso era superficial, sino sus maneras, sus historias, sus anécdotas... la forma en que hacías molestar a mamama cambiando historias o modificando algunos detalles, como cuando decías que tu nombre completo era Juan “Mamerto” Bossio Collas... mamama inmediatamente se alteraba y moviendo la mano en señal de negación decía que era mentira...

Papapa, te llamo así porque así me permitiste llamarte, te quise mucho, aprendí a quererte desde el primer momento que te ví, y creo que esto dice mucho de la clase de hombre que fuiste. Dicen que a la familia uno no la escoge, pues a tí te escogí como mi abuelo... como mi papapa. Te voy a extrañar mucho, voy a extrañar esos desayunos domingueros con tu familia, que finalmente terminó siendo mía también, con mamama quien siempre preocupada porque tome un vasito de jugo de papaya y coma mi pan con lo que hubiese ese día en la mesa... voy a extrañar sentarnos en tu salita y escuchar esas historias del ejército que contabas siempre ...

Lo único que lamento es que mis hijos, tus bisnietos, no te hayan conocido ni siquiera lo poquito que yo te conocí, ellos aun son pequeños, pero no te preocupes, siempre les voy a hablar de ti, les voy a contar lo lindo que eras y les voy a inculcar los valores y principios que tu les inculcaste a tus hijos y éstos a tus nietos, y junto a uno de ellos con quien me casé, a nuestros hijos.

Hasta siempre papapa... fue un enorme privilegio y un gran honor haberte conocido...

Marité

Sunday, February 12, 2006

Adios Papapa ....

Papapa, debo confesar que comparto con el resto de la familia ese sano egoísmo de haber querido siempre que pudieras vivir un poco más -más allá de tus fuerzas-, para escuchar una vez más tus anécdotas, para verte sonreír al ver a tus bisnietos –como sonreías al vernos a nosotros más chicos-, para conversar contigo -aunque fuera un rato y cada tanto-, para sentirme excesivamente premiado por el orgullo que mostrabas cuando compartía contigo algún éxito que pudiera tener –pequeños todos al lado tuyo-, para, sobre todo, poder acercarme a ti, darte la mano, un abrazo y un beso en la frente.

Siendo sano, ese egoísmo era muy injusto, hace un tiempo ya que estabas cansado y que tu paso por la vida se parecía muy poco a lo que había sido tu vida. Tú, que habías mandado –con justicia y respeto- sobre tropas y empresas, requerías ahora de ayuda para todo o casi todo, lo aceptabas, pero sabemos cuanto te dolía. Recuerdo que poco antes de Navidad los visité y tú ya ibas caminando con ayuda al baño, me alegró mucho que aún lucharas por recuperar tu independencia. Puede que intentar caminar fuera arriesgado o te causara daño, ¡qué importa! hacías lo que querías hacer. Creo entender también, a partir de las narraciones escuchadas, que tu férrea decisión de tener control sobre tu vida puede haber contribuido al desenlace final; que, primero, no aceptar ser visto por un médico que no fuera el tuyo y, luego, resistirte a la colocación de vías y tubos pudo haber acelerado el final, puedo no estar feliz con el resultado, pero estaré siempre orgulloso de que mi abuelo siguiera a los 96 años luchando por controlar su propia vida. Eso es lo que importa.

Papapa, hoy me acerqué a tu féretro, estabas uniformado y bien arreglado, y debo decir que te veías mejor que los últimos días, claro que hasta ayer estabas vivo y podíamos guardar la egoísta esperanza de que pudieras recuperarte y seguir con nosotros por unos días, semanas o meses más, pero estabas muy débil –no de carácter, si de músculo- y merecías descansar. Ahora que tu cuerpo descansa seguirás con nosotros, se abrirán paso tus recuerdos y las anécdotas, las bromas, los cariños y las sonrisas volverán. Depende de nosotros, los que quedamos, mantenerte vivo en nuestra memoria.

Descansa en paz….

Lima, 12 de febrero de 2006

Llorando con alegría.....


Por encargo de Vasco, desde lejos, desde cerca:

EL ABUELO

Allá del otro lado hay un par de chicas jugando,
Se pasan las horas, se pasan los días
Y se dan cuenta del amor que da la vida.

Allí en la esquina del cuarto, el teléfono grita,
- “..., creo que son las tres de la tarde”, dice la voz.
- “ Si papá, ... coraje”. Contesto la mirada fija.

Entiendo a un cuarto para las tres menos ocho, pierdo el coco
De tantos placeres que hay en la vida, hay unos qua actúan y otros que miran
Entiendo que EL supo hacer ambas cosas

Mañana es mañana y para EL es igual.
Nunca les dijo a sus hijos,
Ayer me fue mal.

Mañana es mañana, pero algo cambia en mí.
La familia, el trabajo
Y hasta el porvenir.

Allí, del otro lado del mar murió una figura estatal
Y en primera portada de un diario especial
Lo mismo de siempre se dice: solo un militar.

Mañana es mañana, allá oran por EL.
Hay gente que dice que eso no es nada bien.
Se asoman los que prueban la miel y después la escupen.

Mañana es mañana, pero par ELLA no es igual,
Pues EL nos los dijo a todos :
“de cerca me ayudó a servir a mi Patria, a la Sociedad y a mi familia”

Mañana es mañana y para mi no es normal,
Pues, como en la foto cerca de MI ABUELO quiero estar.

Vasco, Gargas febrero 2006.

Saturday, February 11, 2006

Solo quisiera saber cómo estas

solo quisiera saber como estas, no de frecuencias cardíacas ni de presión sanguínea, ni la alta ni la baja, ni millones de leucocitos, ni creatina ni úrea, ni grados de temperatura ...

solo quisiera saber cómo estás

Thursday, February 09, 2006

a donde van las palabras ...

¿Adónde van las palabras que no se quedaron?
¿Adónde van las miradas que un día partieron?

Ayer ya no pude hablar con él, aún despierto, sólo quería quitarse esos cables y tubos forcejeando con el enfermero ...

- ya abuelito tranquilo ...

Pero no estaba tranquilo, no le gusta el hospital ... no quiere estar ahi

¿Acaso flotan eternas, como prisioneras de un ventarrón?
¿O se acurrucan, entre las rendijas, buscando calor?
¿Acaso ruedan sobre los cristales, cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo? ¿Acaso se van? ¿Y a dónde van? ¿Adónde van?